28/1/13

Un factor tóxico

 

Vocabulario-figurado-recoge-mejores-vinetas
No es que uno sea masoquista, es que hay hábitos, que con el transcurso del tiempo se hacen consustanciales a nuestro ser. Leo la prensa cada día y escucho a los tertulianos de los medios audiovisuales. Cabe decir en mi descargo, que a estos, no todos los días. Sé que esta práctica, en los tiempos que corren, es una temeridad. Pues no solo nos afecta al estado de ánimo, sino que a mi parecer, implementa la destrucción neural. La ciencia asevera que a partir de los treinta perdemos 10 millones de neuronas al día y este deterioro es más significativo sí intervienen factores tóxicos. A mí edad (67) y con mi vicio, ya no sé las que me pueden quedar. A decir la verdad, cuando me miro en el espejo al afeitarme, no me reconozco. Puede ser un síntoma.
Quizás tenga la sensibilidad a flor de piel. Esta semana no empezó bien, sobre todo para los de mi quinta. El ministro japonés de Finanzas Sr. Taro Asó, millonario de 72 años de edad, se descuelga con una revolucionaria propuesta para acabar de forma radical con la crisis económica actual: Que las personas mayores deben darse prisa a morir (el haraquiri) para aliviar los gastos del Estado en su atención médica. Un poco más y me abraso consecuencia del respingo que me dio, amén de que se me atragantó el croissant. Uno toma el café con leche, como mandan los cánones de la edad, en vaso, bien caliente, y sin azúcar. Si bien su propuesta me parece descabellada, la edad nos vuelve un poco más desconfiados y visto lo visto el eufemismo demagógico, al que nos tienen acostumbrados nuestros gobernantes, me vino a la mente su aplicación para una “Obsolescencia social programada” vía la seguridad social. Muerto el perro se acabó la rabia.
Esta semana todos los mass media del país, están expectantes ante la publicación por el Gobierno de la Encuesta de Población Activa (EPA). Intuyo que las encuestas son susceptibles de manipulación y en determinados casos una manera de mentir científicamente. En la que nos ocupa (EPA), sus resultados son palpables en el entorno social, vale que en función de los resultados que arroje, las interpretaciones serán variopintas, obviamente dependiendo de los intereses políticos. En espera de su publicación. Leo en la presa, que de los 5,75 millones de parados, un millón de ellos, es decir cerca del 18%, son mayores de cincuenta años. Son los “sin trabajo hoy y sin jubilación mañana”. La aplicación de la nueva reglamentación de jubilación a los 67 años les cogerá de pleno. Está visto que leer la prensa es una penitencia.
Por fin, este jueves 24 de enero se ha publicado la EPA. Los datos son demoledores, la tasa de paro es del 26.02% el equivalente de 5.965.400 ciudadanos en paro. El número de hogares sin ninguno de sus miembros activos es de 1.833.700. El paro entre los jóvenes menores de 25 años es del 55,1%. La respuesta del Gobierno, en boca del ministro de Agricultura, Medio Ambiente don Miguel Arias Cañete. “Los datos de la EPA demuestran que la reforma de la Ley Laboral empieza a dar sus frutos” a pesar del aumento del paro. ¡Sí ese!, el que se come los yogures caducados. Su comentario es la confirmación empírica, de que los yogures caducados afectan al cerebro.
Decía Heráclito” Nunca te bañarás dos veces en el mismo rio”. Todo cambia: el actor y la historia, solo se repite, eso sí, la condición humana. La codicia (philarguria: ‘amor hacia el oro’) en los tiempos que corren en nuestra sociedad, es su mayor exponente. Para el poderoso, nunca nada, es suficiente.