21/10/15

La exclusión social

 

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En el equilibrio dinámico que es la vida, es cuestión de esperar y ver que el aliado incondicional (y a veces el capricho del tiempo), situé arriba lo de abajo y viceversa. Esta introducción viene a razón de las últimas estadísticas macroeconómicas, referente a la evolución de las clases medias intercontinentales. La magia del capitalismo va por barrios: la emergencia de las clases medias en Asia contrasta con los 122 millones de europeos que viven hoy en riesgo de pobreza o exclusión social. Según Eurostat Grecia y España presentan los peores números desde el 2008.

Nos dicen las estadísticas macroeconómicas que la crisis está tocando a su fin, la realidad objetiva es que el porcentaje de personas con riesgo de pobreza no decrece porcentualmente: Grecia (que ha pasado del 28% al 36% desde 2008) y España (del 24,5% al 29,2%), seguidas de Chipre, Malta, Hungría e Italia. Eurostat pone el umbral de ingresos en 16.719 euros anuales en hogares con dos adultos y dos niños en España y casi 8.000 euros para un adulto que viva solo.

“Esas cifras no siempre son objetivables”, apuntaba ayer Jagdish Bhagwati, de Columbia, uno de los mayores expertos del mundo en la materia. “Es evidente que la crisis del euro, especialmente dura en la periferia de Europa por cómo se ha gestionado, tiene un claro reflejo en las estadísticas”, añadía Erik S. Reinert, experto en pobreza y profesor en Tallin.

Más de cinco millones de europeos se han sumado desde 2008 a ese ejército que ahora asciende a 122 millones de personas con riesgo de pobreza o exclusión social; el 24,4% de la población. Si nos atenemos a España supone 13,7 millones de ciudadanos españoles en riesgo de exclusión social. Cuesta entender como no se generan movimientos sociales, que de forma permanente hostiguen al Gobierno de la Nación a tomar medidas que mitiguen las necesidades perentorias de los excluidos forzados.

Cuando nos hayamos en la cúspide social no solemos mirar hacia abajo, lo triste y dramático socialmente nos da repulsión y lo más fácil para la conciencia es mirar para otro lado “ojos que no ven, corazón que no siente”. Los hay que creen que ser un excluido social es un postulado para no trabajar. Se de muchas familias que pueden paliar esta crisis económica y social, gracias a la ayuda de los padres y abuelos jubilados que aportan el pecunio de su pensión.

En estas próximas elecciones generales, escucharemos a los políticos en general hablar de los pensionistas como un baluarte social, nos dirán que, somos los que con nuestro esfuerzo hemos logrado que este país sea lo que hoy es, que ellos reconocen el sacrificio que estamos haciendo y que en un futuro próximo, cuando todo esto acabe (la crisis), seremos compensados con un aumento significativo en la retribución de nuestras pensiones. La realidad de tanto halago no es otra que el hecho de ser el 18,1% de la población con derecho al voto, es decir la no despreciable cifra de 8.442.427 votantes.

17/10/15

La doble moral

 
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En mundo actual la información es prácticamente instantánea. Da la sensación que conocemos el hecho antes que se produzca, para olvidarnos en seguida ante el flujo incesante de nuevos acontecimientos con que los medios nos atosigan. La memoria saturada nos avoca a conocer de todo y no saber de nada. Ante un hecho acaecido, si no reflexionamos, este se convierte en un mero destello de luz de artificio. La brevedad y la inmediatez llega al paroxismo, en todo momento he de volcar a la “red” todo cuanto pienso, deseo y siento, en 140 caracteres del Twitter.

Hace unos días, la prensa del mundo informó de cuatro noticias, la primera el treinta de septiembre y la segunda el cuatro de octubre y las dos últimas doce y trece de octubre:

En la primera se nos informaba de un acontecimiento científico sin parangón en la ciencia de la astrofísica, cual es el descubrir la existencia de agua en el planeta Marte.

En la segunda cuatro días después, la declaración, en la víspera de la inauguración de Sínodo de los Obispos sobre la Familia, del prelado Krysztof Charamsa, su homosexualidad y la presentación en sociedad de su pareja Eduard un ciudadano catalán.

En la tercera se nos advierte que quemar el petróleo que queda derretirá todo el hielo de la Antártida

En la cuarta se nos comunica que, el 1% más rico tiene tanto patrimonio como todo el resto del mundo junto.

Las cuatro tuvieron su correspondiente tratamiento en los medios de comunicación, claro está, que primando más la subjetividad, y la tendencia ideológica, que la estricta objetividad informativa.

Si bien por separado las cuatro noticias, cada una de ellas nos podría generar sentimientos diferentes en razón a su contexto: científico, espiritual (creencia), económico y ecológico, vistas en su conjunto desde la perspectiva social y ética, se ajustan- a mí criterio- a una doble moral.

1) En el acontecimiento planetario, los científicos mostraban preocupación, sobre la posibilidad de que en futuros viajes no tripulados a la zona, dónde se cree con certeza que hay agua, esta pudiera ser contaminada por organismos de nuestro planeta.

Si a nuestros científicos más prominentes, les preocupa más lo que puede ocurrir con HO2 de Marte, que en su posición más próxima a la Tierra se halla a 59 millones de km, es que los árboles no les dejan ver el bosque. ¿No sería más prioritario investigar para preservar nuestro medio ambiente y con ello reducir el efecto invernadero?.

2) La declaración de amor del prelado Krysztof Charamsa, ha sido vilipendiada por la Curia, un acto de cinismo, “quien soy yo para juzgar a nadie, por su condición sexual” decía hace poco el Papa Francisco a los periodistas en un vuelo transoceánico.

Desde cuándo declarar que amas a otro ser humano es un acto inmoral, “que importa el sexo si el amor es puro: Aquiles-Patroclo”. ¿Es racional imponer a un ser humano el celibato? ¿Cómo se puede juzgar a un semejante por sus “sombras” y esconder las nuestras? La ocultación por la curia de la homosexualidad no tiene más clemencia, que la confesión pública y sincera del amor un semejante del mismo sexo.

3) La codicia y desmesura de las naciones por el “oro negro” de la Antártida no tiene límites. Los últimos estudios de las reservas de petróleo en la Antártida se estiman según OPEP en 1,5 billones de barriles de petróleo.

Su extracción supondrá un aumento del nivel de mar de tres metros por siglo. "Lo que estamos haciendo hoy, lo que hagamos en las próximas décadas, está desencadenando cambios, como la pérdida del hielo de la Antártida y el consiguiente aumento del nivel del mar, que perdurarán durante milenios", dice la investigadora del Instituto para la Investigación del Impacto Climático de la Universidad de Postdam (Alemania) Ricarda Winkelmann, que estuvo en el continente antártico estudiando la evolución de sus hielos. "Si queremos evitar que la Antártida se quede sin hielo necesitamos dejar bajo tierra el carbón, el gas y el petróleo", añade.

Es nuestra codicia más grande que nuestra ceguera.

4) 2015 será recordado como el primer año de la serie histórica en el que la riqueza del 1% de la población mundial alcanzó la mitad del valor del total de activos. En otras palabras: el 1% de la población mundial, aquellos que tienen un patrimonio valorado de 760.000 dólares (667.000 euros o más), poseen tanto dinero líquido o invertido como el 99% restante de la población mundial. Esta enorme brecha entre privilegiados y el resto de la Humanidad, lejos de suturarse, ha seguido ampliándose desde el inicio de la crisis, en 2008. La estadística de Gran Recesión Credit Suisse una de las más fiables, solo deja una lectura posible: los ricos saldrán de la crisis siendo más ricos, tanto en términos absolutos como relativos, y los pobres, relativamente más pobres. Ante esta certeza, a uno no le queda más que preguntarse: para cuando la lucha por el desigual.

O acaso la doble moral, es consustancial al ser humano “haz para ti lo que no toleras en otro”, me pregunto.

23/8/15

Democracia o Demócratas

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“El duelo a garrotazos”.

A día de hoy, si le preguntamos a cualquier ciudadano de nuestro país cual es el régimen político por el que nos regimos, de forma ostentosa afirmará que democrático, pero si le rogamos que nos defina qué es ser un ciudadano demócrata y cuáles son sus derechos y obligaciones, seguramente que sus respuestas no adolecerán de rigor político. Similar al conductor que sabe conducir un vehículo e ignora el código de la circulación. Siendo grave la ignorancia del ciudadano de a pie, lo que resulta chocante es que nuestros políticos, a los que se les supone conocer derechos y deberes democráticos, los pretendan ningunear.

En el siglo V a.c, en la batalla naval de Arginusas, los atenienses se enfrentaron a los espartanos. La victoria sonrió a los atenienses, pero los elementos jugaron en su contra. Una tormenta con viento huracanado hundió a 25 de sus naves, no pudiendo recoger a los ahogados ni socorrer a los náufragos.

La noticia en Atenas fue considerada una catástrofe y el pueblo soliviantado contra los comandantes pidió que fueran ajusticiados por impiedad —entre los que les azuzaban se encontraba Alcibíades–. Esta propuesta debería ser aceptada por el “prítano” que presidia la asamblea, que venía a ser como un presidente del Gobierno de Atenas. Aquel día, era Sócrates.

A pesar de la efervescencia emocional colectiva, Sócrates tuvo que enfrentarse a la asamblea en defensa de las leyes. Él considero que la voluntad de un pueblo nunca puede estar por encima de las leyes que ese mismo pueblo de forma democrática se ha dado. “Fui el único prítano que se atrevió a oponerse a vuestra voluntad para impedir la violación de las leyes”, relata ante la asamblea en su defensa en el juicio contra él, por pervertir supuestamente con sus diálogos a los jóvenes de Atenas, cuya sentencia fue a muerte ingiriendo la cicuta.

Lo que plantea Sócrates afecta al núcleo mismo de las convicciones democráticas. Si la democracia es el gobierno del pueblo, ¿puede haber alguna autoridad superior a la del pueblo reunido en asamblea?. Sócrates, contesta que sí. La ley que ha sido aprobada por ese mismo pueblo con la intención de regirse a sí mismo con justicia.

El poder del pueblo es poder, pero desprovisto del constreñimiento de la ley, no necesariamente es un poder sensato.

En la democracia real cabe toda propuesta amparada por la Carta Magna. No es menos cierto que no debe ser esta un corsé que impida su proceso evolutivo en el correr de los tiempos. No nos hemos de regir por los sentimientos emotivos que enaltezcan valores fuera del orden constitucional, todo y aun siendo justos para una colectividad. No puede ser la razón de la fuerza, sino la fuerza de la razón, la que motive al dialogo pausado y democrático. Nuestra historia común en la “piel de toro”, la supo plasmar gráficamente en un lienzo el insigne pintor aragonés Goya.

Somos un collage de pueblos condenados a entendernos, que en su conjunto constituyen un país llamado España. Es esta diversidad de pasiones y razones la que nos confiere una identidad. No es la parte de un todo, sino la suma de las partes, la que nos permitirá algún día ser reconocidos como un pueblo capaz, a pesar de sus diversas idiosincrasias, de ser generoso.

La oración fúnebre de Pericles define lo que fue la democracia en Atenas:

“Tenemos un régimen político que no emula las leyes de otros pueblos y más que imitadores de los demás somos un modelo a seguir. Su nombre, debido a que el gobierno no depende de unos pocos sino de la mayoría, es democracia. En lo que concierne a los asuntos privados, la igualdad, conforme a nuestras leyes, alcanza a todo el mundo, mientras que en la elección de los cargos públicos, no anteponemos las razones de clase al mérito personal, conforme al prestigio de que goza cada ciudadano en su actividad; y tampoco nadie en razón de su pobreza, encuentra obstáculos, debido a la oscuridad de su condición social si está en condiciones de prestar un servicio a la ciudad”.

11/6/15

No caminamos solos (capitulo 1 del libro "No caminamos solos")

No caminamos solos (capitulo 1 del libro "No caminamos solos")

 
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Lo bueno de cumplir años, es que uno al volver la vista atrás, no solo como dice el poeta “veras la senda que nunca más volverá a pisar”, sino que se nos otorga un tiempo, tal vez escaso, para dar gracias aquellos seres anónimos o no, que hicieron posible llegar hasta aquí, porque no caminamos solos.


Este ciclo de mi vida abarca cuarenta años, es decir toda una vida, durante cuyo periodo, participe junto a mi compañera a crear una familia y el amor nos otorgó dos hijas. He de reconocer que tal vez no fui el padre ni el esposo que ellas esperaban, pues me fue difícil compartir mi corazón con mi otra pasión, mi profesión de enfermero, la cual les robo tiempo y dedicación a los seres que más quiero. Mi historia familiar es patrimonio colectivo y me debo al secreto de confiabilidad, razón por la que no narraré mis vivencias compartidas.

La historia comienza una mañana de junio de 1974 en Barcelona. Una prima de mi mujer, que trabajaba de auxiliar de clínica en el Hospital Clínico Provincial de Barcelona,– hoy conocido por el Hospital Clínic– me había comentado la tarde anterior que el hospital buscaba personal auxiliar. Por aquellas fecha yo trabajaba de auxiliar en la Delegación de Hacienda de Barcelona, había finalizado el Bachillerato Superior y el COU, y mi intención era encontrar trabajo de auxiliar en algún centro sanitario de Barcelona, ya que mi propósito era el de hacer la selectividad en la rama de medicina.

Ilusionado con la idea, al día siguiente por la mañana, me presenté a primera hora al departamento de enfermería del hospital Clínico y Provincial de Barcelona, a buscar una solicitud para trabajar como auxiliar de enfermería. Cuál fue mi sorpresa cuando la administrativa que me atendió, por cierto no de forma cordial, me comentó que no me la podía dar, ya que el hospital no aceptaba personal masculino para realizar labores de auxiliar de enfermaría. Me sentí dolido y frustrado por la discriminación, salí a la plaza que da a la puerta principal de la Facultad de Medicina.

Durante un rato di vueltas por la plaza, no me podía resignar ante tal injusticia. De pronto recordé que tenía el teléfono de un médico amigo de los tíos de mi mujer, el Dr. Sanjuán. Sin dudar desde una cabina le telefoneé. Sería sobre las diez más o menos de la mañana. Por suerte le encontré. Le explique la situación y me dijo que le esperara en la entrada de la Facultad de Medicina. Apenas había pasado una hora cuando vi llegar al Dr. Sanjuán. Me saludo amablemente y me dijo que no me preocupara, que el hablaría con el rector de la facultad Dr. Juan Obiols que era un buen amigo suyo y veríamos que podía hacer.

Nos dirigimos al despacho del rector, nos atendió su secretaria amablemente y el Dr. Sanjuán la informó que deseaba hablar con el Dr. Obiols. Pasó la secretaria al despacho del rector y al instante salió él saludando al Dr. Sanjuán de forma efusiva y le invitó a pasar a su despacho. A los pocos minutos el Dr. Sanjuán me hizo pasar al despacho del rector, que me saludó amablemente y dijo: El Dr. Sanjuán me ha comentado que quieres hacer medicina, que estás casado y tienes a tu esposa encinta, - a lo que asentí afirmativamente -. También me ha comentado que desearías trabajar en el Hospital Clínico en el turno de noche para poder compatibilizar mejor el trabajo con los estudios. ¿No es así?. A lo que conteste de forma afirmativa.

Rogó a su secretaria que le pusiera en comunicación con el jefe de personal –creo recordar– Sr. Fungel , al que solicitó si podía recibir a un amigo suyo muy querido, el cual estaba interesado en trabajar en el hospital en el turno de noche. Le agradeció de antemano sus molestias. Nos despedimos del rector y nos encaminamos a hablar con el jefe de personal.
Subimos a la tercera planta al departamento de administración, y preguntamos por el Sr.Fungel. Su secretaria nos preguntó el motivo de la visita, a lo que contestamos que ya nos estaba esperando. ¡Venimos de parte del Dr. Obiols Rector de la Facultad!. De inmediato nos hizo pasar. El Dr. Sanjuán llevo la voz cantante de mis deseos, haciendo hincapié de quién era el solicitante. El jefe de personal descolgó el teléfono y se puso en comunicación con la Sra. Pilar Masgrau, informándole que pasaría a saludarla un amigo personal del Rector de la Facultad y que estaba muy interesado en que fuera posible que su recomendado pudiera trabajar en el turno de noche de Lunes, Martes y Miércoles.

Después de agradecer su atención nos dirigimos al departamento de enfermería, al que horas antes había ido a solicitar trabajo de auxiliar de enfermería y que de forma tan expeditiva la administrativa me había negado toda posibilidad de trabajar. Cuando me vio de nuevo me espetó ¿De nuevo aquí?. Ya te dicho que no queremos varones para auxiliares. ¿O no te enteras?. A lo que respondí con cierta altanería, ¡No vengo a verte a ti, sino a tu jefa!. Pasado el verano, el uno de Septiembre del 1974 comencé a prestar mis servicios, en el mejor servicio, Hemoterapia, y el mejor turno lunes, martes y miércoles

Para llegar hasta aquí he de retrotraer la mirada cuatro años, porque realmente la génesis de esta historia comienza en Abril del 1970.





24/1/15

Dogma de fe

Doble moral

El azar o el destino han propiciado que dos mujeres – Una septuagenaria pensionista, de condición humilde, de nombre Eladia, Ela para los yayoflautas. La otra sexagenaria de condición social pudiente “condesa de Bornos y grande de España” de nombre Esperanza – fueran juzgadas el mismo día, por una falta similar, desobediencia a la autoridad competente, en concreto a la Policía Municipal de Madrid.
Eladia, ha declarado en los juzgados por defender a unos manteros a los que la Policía Municipal de Madrid acababa de requisar su mercancía. Eladia cuenta lo que pasó: "Les digo si no les da vergüenza lo que están haciendo, irse riendo con la mercancía de unos pobres". Cinco meses después de los hechos acaecidos, fue condenada por el Magistrado a pagar una multa de 20€, pero recurrieron por dignidad y porque no se le dejó ejercer su derecho a la última palabra. Ahora Ela espera la sentencia, que puede ir desde una multa de 20 euros hasta la absolución.
A Esperanza, “el magistrado del Juzgado de Instrucción 14 de Madrid, Carlos Valle, ha decidido archivar el caso del incidente de tráfico protagonizado en abril del año pasado por Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid. Según el juez, no ha quedado suficientemente acreditada la desobediencia y las lesiones por imprudencia que se le achacaban a la también presidenta del PP madrileño”.
Habrá, eso sí, que pagar una multa de 200€ por aparcar indebidamente, lo que la permitirá postularse a las próximas elecciones municipales por el PP.
Dicen que, la justicia es igual para todos. A tenor de lo acaecido ayer en los Juzgados de Madrid, va a ser que no. No es uno se acabe de caer de una higuera y no sea conocedor del percal que gastan algunos magistrados, a la hora de impartir justicia, pero parece que está visto que existen para algunos jueces dos varas de medir, la de los poderosos y la de los proletarios. Que Dios nos coja confesados, pues la justicia en este país, se ha convertido en un dogma de fe.