Los ojos del alma
Esos ojos que me miran,
sombríos, tristes, silenciosos
como un atardecer de otoño.
Esos ojos que me miran,
profundos como la boca de una mina,
perdidos en la eternidad del recuerdo.
Esos ojos que me miran,
cansados de tanto mirar la vida.
Esos ojos que me miran,
secos como la fuente del páramo,
incapaces de verter el dolor del alma.
Esos ojos que me miran,
son los ojos de un niño,
que el vendaval de la vida,
le ha desposeído de todo
menos del alma.
A esos ojos,
yo los miro pero no los veo,
porque el vendaval de mi historia
que me entregado todo,
se me ha llevado el alma.
1 comentario:
Tu miras y ves, buen poema.
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