La caja tonta
El Roto
Los medios audiovisuales, TV, Internet, han adquirido un protagonismo significativo en el área de la información y le están ganando la partida a la comunicación tipográfica “La Prensa”, de forma paulatina pero inexorable. La competencia entre los medios audiovisuales es tal que se acepta que todo es lícito por captar un cliente. No es necesario reseñar los diversos programas televisivos tipificados de basura. Cuando interpelamos a la ciudadanía si los visionan, un porcentaje considerable responden que no. Curiosamente son los de mayor audiencia en el ranking televisivo, paradojas de la vida.
Este ranking parece ser que comienza a condicionar la elección del contenido y tratamiento de la noticia. Es cada vez más notable el aumento de noticias basadas en hechos vinculados con la violencia extrema, conjugadas con otras de absoluta banalidad. Hábilmente combinadas, las de morbo, dolo y sangre para captar la atención del televidente y las banales para estimular su deseo de consumo. Referente a las de cariz político aunque breves, haberlas hailas, son comentadas de forma mayoritariamente partidista.
En aras a mí derecho a decidir plena y libremente, he considerado que, a día de hoy renuncio como televidente de informativos. Son numerosas las razones para dejar de asomarme a esa ventana abierta al mundo ¿manipulado? que es la televisión. La gota que colmó mi vaso, ha sido una noticia emitida el día 22 de los corrientes en el Informativo de las 14 horas de la Sexta TV. La noticia versaba sobre el cruel asesinato de quince pakistanís a manos de un talibán que se dirigía a la cámara para expresar su alegato, instantes antes de ejecutar uno a uno a los reos. Pienso firmemente que nunca un medio debe justificar un fin y que el realismo atroz de una noticia no la hace más real. No vale todo por la audiencia.
Parece ser que hoy en día lo que menos importa, informativamente hablando, es el contenido o cuerpo de la noticia, sino el continente que la envuelve, es decir, la espectacularidad de las imágenes de la misma. Un ejemplo más lo tenemos con el Costa Concordia. Es considerable el aumento de turistas en la región de la Toscana para poder contemplar y fotografiar el Costa Concordia escorado en la isla italiana de Giglio. Poco importan los fallecidos en el naufragio. Ya son mera historia informativa.
Se impone en un mundo globalizado y consumista, no solo la avidez de productos innecesarios que más tarde desechamos, sino también de la información que nos sirven los medios audiovisuales. Nos han convertido en “Ocas” informativas y al igual que ellas, somos alimentados forzadamente sin ninguna posibilidad de poder digerir la información, su digestión no es posible dada la rapidez con la que se gesta la noticia. No es preciso tener criterio selectivo, ni tan siquiera memoria, tenemos al Gran Hermano Google que todo lo sabe. Para qué pensar.
Pero si renunciamos al lenguaje como medio de relación, en pos de la imagen como instrumento de comunicación e información, nos veremos relegados a la sumisión por carecer del instrumento básico para razonar. Culturas cultas sin alfabeto, África, Oceanía e Indoamérica, lenguas cuyo vocabulario de uso cotidiano ascendía a más de 3.000 vocablos, fueron relegadas por el progreso tecnocientífico de Europa a un vocabulario básico de 500 del idioma del conquistador. La tecnología de comunicación y la información audiovisual está empobreciendo nuestro acervo cultural como es el lenguaje, reduciendo nuestra capacidad de imaginar y con ello nuestros sueños.
Seamos libres y hagamos un uso racional de la TV. La bien llamada “Caja tonta”
1 comentario:
Da miedo pensar a donde nos lleva esto.Pero sobre todo saber que las contundencias de unas imagenes nos eliminan la capacidad reflexion.Es como si nos borraran la capacidad de situarnos lo que vemos es lo que vale y nosotros no podemos hacer nada, solo participas y disfrutar de lo que vemos.
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