Un voto en blanco
Cabría cambiar la denominación histórica a nuestra piel de toro, Hispania (tierra de conejos) por otra más acorde con nuestro proceder histórico “Hispicaros” lugar de picaros (sinvergüenzas). Aristóteles subraya que la vergüenza es el sentimiento de la reputación perdida y la define como “un cierto pesar o turbación relativos a aquellos vicios presentes, pasados o futuros cuya presencia acarrea una pérdida de reputación”.
Es palpable en las encuestas de opinión del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) el sentir de la ciudadanía. A la pregunta ¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España? El primero el Paro, le sigue la Economía, los Políticos y la Corrupción. Es significativa la desafección política por la ausencia de medidas plausibles, capaces de generar expectativas. Sentimiento que se acrecienta día a día por la impunidad ante la corrupción. La lentitud de la justicia a juzgar la corrupción en los políticos en la actualidad, “diluye la verdad”, para muestra un botón, en el caso “Pallerols” han transcurrido trece años para una sentencia.
La fractura social está dejando de ser una posibilidad para adquirir visos de realidad. Hoy nos hemos despertado con la noticia de que un grupo anarquista denominado “Mateo Morral” ha revindicado la colocación de un artefacto explosivo en la Catedral de la Almudena de Madrid, que ha sido desactivado por los TEDAX. Un hombre de 36 años se ha suicidado en la ciudad de Córdoba al no poder hacer frente a una deuda por desahucio, es el segundo, en esta ciudad, relacionado con un desahucio.
La inoperancia de nuestros políticos a la hora de aportar soluciones a la crisis social en la que estamos inmersos, es manifiesta, limitándose a la consabida frase del “y tú más”. Dejar que las soluciones vengan de la ciudadanía es cuanto menos arriesgado. La desesperanza quiebra al sentido común y da pábulo al populismo y lo que este conlleva, “Ha llegado la hora del miedo para los traidores de la patria” partido nazi griego Amanecer Dorado. O sus opuestos “Mateo Morral”.
Deberíamos promover la regeneración política de nuestro país. Pero incidir en el descrédito de nuestros políticos de forma general sin matizar, es reclamar a voz en grito un nuevo caudillo que nos guie ante tanta penumbra. Los de mi generación, ya tuvimos uno. Un retorno al pasado, sería un fracaso social. La libertad no es una gracia, sino un derecho inalienable (responsabilidad y compromiso) que hay que exigir y ejercer cada día.
Sin Democracia no hay luz y sin políticos no es posible. El poder en democracia gravita en los ciudadanos al ejercer, el voto libre y secreto, eligiendo aquellos que mejor representan sus aspiraciones. En él (el voto), radica nuestra fuerza como instrumento de cambio. Reclamar una regeneración democrática a nuestros políticos, no pasa por la desafección política o abstención. Podemos o debemos reclamarla, al ejercer nuestro derecho democrático, depositando en la urna un voto en blanco. El Voto en Blanco es democrático y representa el rechazo a todas las opciones políticas, aunque no al sistema democrático, en el que se sigue creyendo.
3 comentarios:
Comento tu entrada por medio de una cita que tomo prestada del libro "Entrada en la barbarie" (2007) de Juan Ramón Capella, en la que se hace referencia a la "pobreza" de la concepción procedimental asociada a la de la democracia sustancial, no meramente formal: "Así, se supone que es preciso designar a una persona para determinada función pública, ¿por qué recurrir a la elección y no al sorteo, como hacían los antiguos atenienses? El sorteo implica la consideración de todos como iguales para la función en cuestión (...) Un sistema en que los electores disponen sólo de un voto positivo da resultados distintos de los sistemas en que los electores disponen de un voto positivo y uno negativo, de voto y de veto" Salud. Eduardo.
Soy un enamorado de la Grecia Clásica y de su cultura, tal vez porque nací en una dictadura. Pero mi pasión por ella no me nubla la razón y fue su democracia directa la que condeno al más ilustre de la demócratas “Sócrates” alias es “tábano”. Todo es posible pero nada es perfecto.
Salud
Un comentario sobre la cuestión socrática: cuando escuchas por primera vez su máxima más referida -sólo sé que no sé nada- es imposible no sentir una especie de "revelación". Porque es cierto, es esencial saber reconocer nuestra ignorancia, ya que quien la ignora no es sólo un ignorante sino además un necio. Pero con el tiempo me ha parecido que Sócrates podría haber tomado la dirección contraria, para poder comunicarles a sus conciudadanos que "no sabían que sabían". Ignorar que todos sabemos cosas de manera no consciente y, por lo tanto, sin la capacidad de poder exteriorizarlas con claridad, es algo de lo que siempre se ha beneficiado el Poder.
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