En toda ciencia sin conciencia…
El Roto
Hoy, al ojear la prensa como cada mañana, acompañado de un café humeante, me he encontrado con una noticia, vinculada con los avances en la ciencia de la salud, que paso a comentar:
Sinapsis: Por primera vez, se ha encontrado una región del cerebro que puede controlar el envejecimiento. Una vía de señalización en la región del cerebro conocida como el hipotálamo podría acelerar o ralentizar el envejecimiento en ratones. Si se aplica en los seres humanos, el descubrimiento podría abrir posibilidades para frenar las enfermedades relacionadas con la edad y el aumento de esperanza de vida.
“Es fascinante que sea posible actuar sobre el hipotálamo para frenar el envejecimiento y aumentar la longevidad”, declara Cai. Para conseguirlo, “tenemos dos estrategias potenciales”. Una opción sería explorar una terapia hormonal para restaurar los niveles de GnRH: hormona liberadora de gonadotropina en el hipotálamo. La otra, buscar una terapia inmunitaria para inhibir la reacción de inflamación que eleva la cantidad de NF-KB. Los procesos inflamatorios son los causantes del deterioro físico (envejecimiento) “La inflamación crónica, favorecida por agresiones como el exceso de calorías en la dieta o los tóxicos, aumenta el riesgo de enfermedades asociadas al envejecimiento como las cardiovasculares, el alzhéimer, la diabetes tipo 2 o algunos cánceres”.
A la espera de que se desarrollen fármacos eficaces y seguros para conseguir este objetivo, señala Cai, “la inflamación crónica se puede mantener a raya con un estilo de vida saludable que evite el exceso de calorías en la dieta y otras agresiones ambientales”.
La lectura sosegada del articulo resulta cuando menos contradictoria con el sentido común, no es que uno esté en contra de la investigación científica, es obvio que la misma nos proporciona una mejor calidad de vida, pero otra cosa es alterar el ciclo vital, con fines meramente comerciales o disease mongering (promoción de enfermedades) al considerar la senectud una enfermedad. ¿Quién se va a resistir a la tentación de prolongar su existencia con un mínimo sacrificio? Ya tenemos ejemplos nefastos para la salud de la ciudadanía de experiencias similares.
En los años ochenta del siglo pasado se promocionó un tratamiento para corregir los signos y síntomas de la menopausia con la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) estrógenos “la pastilla de la eterna juventud”. Con posterioridad diversos estudios demostraron la incidencia significativa del (THS) con los cánceres de mama en la mujer.
No todo vale “En toda ciencia sin conciencia no hay prosperidad sino avidez”
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1 comentario:
No debería de sorprenderme la actualidad de la conocida sentencia de Rabelais, "Ciencia sin conciencia no es más que ruina del alma", aunque en su época no existiera nada parecido a la ingeniería genética, ni el conocimiento actual del que disponen las llamadas "Neurociencias". Pero ese pensamiento suyo, tan lúcido, debería de ser el principio y fundamento de la Bioética, o simplemente de la Ética del Conocimiento. ¿La prolongación de la esperanza de vida, el retraso del envejecimiento y, ya puestos, la inmortalidad, en un mundo donde se conservan brutales desigualdades sociales? Un mundo, sin duda, ya en ruinas.
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