Una reflexión

Hace unos días por motivo de la integración de la Caja Canarias y La Caixa se notificó a sus clientes, que los movimientos en las cuentas corrientes, entre el viernes y el sábado 8 y 9 de marzo, no quedarían registrados al momento en sus saldos hasta que no se actualizarán los sistemas.

A través de las redes sociales se divulgó el rumor, de que se podía sacar dinero de la Caja Canarias sin cargo a la cuenta corriente del cliente al no quedar registrado en misma. La respuesta fue que un buen número de tinerfeños, amparándose en la impunidad, hallaron una solución momentánea a sus estrecheces, no sin cierta codicia por parte de algunos, lo que hizo necesaria la intervención de la fuerza pública para evitar altercados entre los nuevos reyes Midas.

De forma reiterada escuchamos a una mayoría de conciudadanos, manifestar su desafección (desencanto) política, motivada—entre otras razones— por la impunidad manifiesta de sus dirigentes ante la corrupción. Al leer la noticia uno se pregunta si algunos ciudadanos son honrados de verdad o simple y llanamente, meros presuntos, y que Dios les ponga donde halla.

La noticia invita a la reflexión.