15/11/11

¿Qué votamos?

El roto

No tuvimos la suerte de ser invitados a la mesa del banquete del Plan Marshall, a finales de los años cuarenta del pasado siglo y que de forma magistral Luis García-Berlanga nos muestra en la película Bienvenido Mr. Marshall. Hubieron de pasar más de treinta años para poder sentarnos a una mesa (el 1 de Enero de 1986) con los países de la CEE (Comunidad Económica Europea).Éramos los parientes pobres en aquel entonces, hoy seguimos siendo pobres pero con pretensiones como ya en anteriores artículos he mencionado.
Creíamos que por que nos invitaran a la mesa— de la UE actualmente— ya sabíamos manejar los cubiertos para comer, craso error. Hoy nos encontramos con que aún no sabemos —a pesar del tiempo transcurrido— manejarlos con eficacia. Motivo por el que nuestros anfitriones nos impones medidas restrictivas dictadas por ellos.
Serán sus mayordomos —los tecnócratas— los que nos enseñen como llevarlas a cabo. Me pregunto en qué democracia estamos en la que el ciudadano decide entre: si quédate o no te vayas. Realmente sirve de algo en estas elecciones nuestro voto a la hora de elegir un candidato o ¿Es un mero artificio que legitima nuestra seuda democracia en el contexto de UE?
Todos, en cierta manera hemos participado en la génesis de la actual crisis. Ahora bien, a la hora de hacer justicia hemos matizar, pues existen grados de culpabilidad. No son razones económicas las que nos han abocado a ella sino políticas. La impunidad ante la ley por corrupción de nuestros representantes políticos por actos delictivos de cohecho. La prevaricación de nuestros jueces que ha quebrado la imparcialidad de nuestro sistema judicial. Son estos polvos los que han generado estos lodos sociales: egoísmo, impunidad e ignorancia. Una polis donde todo está justificado si obtenemos rédito.
Subvertir esta realidad no será tarea fácil, pues es preciso para ellos recuperar la dignidad de ciudadano, que no es otra que el poder de decidir en libertad nuestro devenir democrático sin ambages ni subterfugios, es decir democracia real: el gobierno del pueblo y para el pueblo.
No cabe le desanimo en el camino como nos dice el Quijote “no importa cuántas veces nos caigamos del caballo, hay que volver a levantarse y seguir nuestros ideales”

1 comentario:

nenbega dijo...

La mayoria somos responsables.Tengo una hipoteca a 30 años -> mis padres tuvieron una de 15 años a un 17% de interes ( y nadie se quejaba entonces de los bancos).Tengo 3 tarjetas de credito que me permiten pagan de forma retrasada.MIs padres si no tenian dinero habien tenido incluso que pedir fiado.Quien no se va de vacaciones aunqye haya que pagarlas a plazos?Mis padres viajaban al pueblo en tren para ver a sus padres y echar una mano en el campo si hacia falta. Ropa,zapatos, ocio, restauracion quien no ha disfrutado de estos bienes en abuso.Mis padres alucinan pero mis abuelos aun mas y todo esto en cuanto en treinta años.Quizas hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora nos toca pagarlo a todos.Al que abuso y al que no.