La nueva Edad Media.
Estamos tan enfrascados en nuestra deuda global y la prima de riesgo—que la hace fluctuar— que obviamente nos resulta difícil la abstracción necesaria para reflexionar sobre lo que nos acontece. A modo ilustrativo e introductorio, hemos de saber que nuestro país, durante los últimos quinientos años, ha suspendido el pago de la deuda contraída treces veces, la última al finalizar la guerra civil. Me pregunto ¿por qué no una catorceava vez? .
Es notoria la postura del Gobierno en el tratamiento de la crisis. Recortes sociales e inyección de dinero público—rescate bancario de la UE— a los bancos y cajas de ahorro para nivelar sus activos—el dinero de los clientes— respecto a los pasivos —préstamos— que en la actualidad son muy superiores. De este capital invertido en bancos —incluidos sus intereses— somos responsables subsidiarios en su devolución todos y cada uno de los ciudadanos de este país, es decir titularidad pública y gestión privada. Solidarios con la deuda y excluidos a la hora del reparto de beneficios. Me pregunto ¿por qué hemos de rescatar a los bancos? o no hacer como Islandia, no asumir su deuda.
Ante la actitud dubitativa, muy gallega por cierto, —sin ánimo de ofender al pueblo gallego—de nuestro presidente de gobierno, ante rescate de la UE si, o rescate no, deberíamos posicionarnos como ciudadanos libres y exigir un referéndum sobre una decisión que va a condicionar nuestras vidas y las de las generaciones venideras, durante las próximas décadas. Hay vida más allá de la deuda y esa vida puede ser mejor —a tenor de los resultados— que la de los países ya intervenidos.
Uno se pregunta si “Los árboles no dejan ver el bosque” . Se dice cuando alguien no puede ver un asunto o una situación en su conjunto porque está prestando atención a los detalles. Si nos alejamos del contexto que nos envuelve y que por ende nos condiciona, tal vez seamos capaces de intuir en lontananza el futuro que se avecina. La situación social imperante hoy en el mundo globalizado donde campa a sus anchas el neoliberalismo especulativo, en el que, la codicia germen de maximización del beneficio no tiene límite, nos retrotrae a una nueva Edad Media de señores y vasallos, donde la desigualdad (pobreza) del vasallo se incrementa y consolida respecto del señor.
Tres son los países emergentes: Brasil; India; China, cuyo crecimiento de PIB en 2011 ha sido respectivamente de: 4,7%; 8,7% y 9,1%. Por el contrario en la UE el crecimiento del PIB en el 2011 fue de 1,3% y se prevé recesión para el 2012, 2013 y 2014. Estos son datos objetivos de una realidad económica. La realidad social de los trabajadores en los países emergentes es muy diferente en derechos sociales y laborales respecto a los existentes a día de hoy en la UE. En ellos impera la mera explotación del proletariado. La pregunta es como competir en un mercado globalizado entre países donde existe una gran desigualdad social y salarial que afecta al precio de las cosas.
En una sociedad como la nuestra (UE), el capital neoliberal tiene varias opciones, a saber: Deslocalizar las empresas; Derogar derechos sociales y sindicales; Privatizar las empresas publicas. Es un breve muestrario de lo que ya estamos padeciendo. Para el capital canalla le es más fácil y más lucrativo igualar a los trabajadores a la baja, creando un Chinatown europeo con los países del Sur intervenidos, que aplicar un comercio ético que equilibre las desigualdades sociales existentes en el mundo globalizado. Me pregunto. ¿Qué sería del explotador sin esclavos?. Como dijo Emiliano Zapata quizás: “Mas vale morir de pie, Que vivir de rodillas”.
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