El segundo jinete: La tecnología sin conciencia
26/3/14
25/3/14
Una breve nota para no olvidar
Tuberculosis is in the air, comentaba un paciente que padecía la tuberculosis extremadamente resistente a los medicamentos para combatirla.
Hoy 24 de Marzo como cada año se “celebra” el día mundial en la lucha contra la tuberculosis, una enfermedad que padecemos uno de cada tres habitantes de nuestro maltratado planeta, a pesar de disponer de los medios de diagnóstico y tratamiento sino para su total erradicación, si para un control adecuado de la misma. ¿Cuáles son entonces las razones de que un tercio de la población la padezca?, básicamente dos: políticas insolidarias e indiferentes ante la miseria social, y la codicia.
Recientemente hemos podido asistir (como en los países del sur de la UE), a como un día sí y otro también, fruto de la desesperanza, una marabunta de seres humanos arriesgan su único patrimonio, véase, sus vidas, por alcanzar el dorado europeo. El número de emigrantes que consigue llegar es cada vez más elevado. No se pueden poner puertas al campo y es del todo imparable, si no somos capaces de crear políticas socioeconómicas que traten el foco emigratorio en origen, la emigración irá en aumento.
No deberíamos olvidar que la “Tuberculosis está en el aire”
Para más información
http://aalonsog.blogspot.com.es/2013/09/mejor-prevenir-que-curar.html
http://aalonsog.blogspot.com.es/2012/05/obsolescencia-social-programada.html
20/3/14
Parque temático
Morir de éxito bien podría dejar de ser un comentario literal a una realidad social para algunos ciudadanos de determinados distritos de “nuestra” ciudad, verbigracia del turismo masivo que padece nuestra ciudad, que a día de hoy se ha convertido en un Parque Temático, en el cual todo vale, con tal que el usuario “foráneo” se sienta cómodo y complacido durante su estancia.
Nuestra ciudad es pionera en volumen de visitantes en comparativa a otras ciudades de nuestro país, y a escasa distancia en número de ciudades emblemáticas como Paris y Londres. Es curioso la grandilocuencia de nuestros políticos a la hora de pavonear los datos estadísticos referente a las cifras de turistas y como no podía ser menos los beneficios que ello comporta. Me trae a la mente tiempos pretéritos del famoso “El turista un millón”.
Es obvio que no son tan elocuentes a la hora de hacer balance de los perjuicios, que la masificación de visitantes comporta para los oriundos. Es cierto que en la situación de crisis económica en la que nos hallamos, el trabajo es un bien social imprescindible, pero no es menos grave, la perdida de la salud por ausencia de calidad medioambiental.
Un reflejo de ello es la opinión del concejal de Medio Ambiente de nuestro Ayuntamiento, el Sr. Joan Puigdollers. Dijo ayer según (EL País) que “no hay ninguna ciudad en el mundo” que cumpla las recomendaciones de la OMS y se mostró satisfecho por la evolución de la contaminación acústica que tienen que soportar los barceloneses, ya que desde el 2009 hasta el 2013 se ha logrado reducir un 4% el número de vecinos que está expuesto a más de 70 decibelios durante el día.
La Asociación Catalana Contra la Contaminación Acústica (ACCCA) Informa que los distritos Ciutat Vella; Gracia y Sarrià-Sant Gervasi, por distintas razones: densidad de población, locales de ocio y circulación, superan con creces el máximo que recomienda la OMS que es de 50 decibelios. No podemos pasar por alto las consecuencias de la contaminación del aire por gases (CO2 y NO) y partículas en suspensión de PM 2,5 y de PM10 micras.
Es por estas fechas (primavera) cuando suele el anticiclón de las Azores abrazar a la península. Cada año parece que venga de nuevo el fenómeno atmosférico. Creo que como ciudadanos nos meremos consideración y respeto por parte de aquellos que la ciudadanía ha elegido para representarnos y velar por los derechos y el bien común. Son ellos los que en todo momento han de dar ejemplo con sus acciones preventivas en beneficio de sus conciudadanos.
De nada sirve: Pan para hoy y hambre para maña
15/3/14
Apocalipsis. El primer jinete
De la soberbia de nuevos Prometeos, de la codicia sin límite, surge el Homo economicus carente de identidad, que le convierte en sociópata. El nuevo “Homo” al no tener conciencia de la fragilidad de nuestro nicho ecológico, fruto de su ceguera, nos avocará a una autodestrucción apocalíptica. Toda vez que sea rebasada la masa crítica (la masa crítica es la cantidad mínima de material necesaria para que se mantenga una reacción en cadena) la destrucción del hábitat social y ecológico será imparable. El mirar para otro lado en espera que todo pase, no nos va liberar de los sufrimientos que acontecerán.
El libro de las Revelaciones o Apocalipsis de San Juan nos narra cuatro jinetes. A día de hoy también son cuatro según mí criterio los que nos amenazan con la autodestrucción y por ende el sufrimiento: El cambio climático; La Tecnología sin conciencia; El aumento demográfico versus crecimiento con recursos limitados; La desigualdad social.
El primer jinete: El cambio climático.
“La tierra no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos” proverbio Sioux.
El cambio climático se hace cada vez más evidente, el pasado año 2013 ha sido el año más cálido desde que en 1880 se comenzó a tomar datos. Si vamos más allá de la singularidad y buscamos la tendencia histórica del periodo de 134 años, los diez últimos son en los que hemos soportado temperaturas más elevadas.
En hemisferio norte: este invierno nuestra costa atlántica está sufriendo continuas “ciclogénesis explosivas” con olas superiores a 20 metros de altura. En Gran Bretaña no había llovido tanto desde el 1764. La frecuencia de las borrascas en su latitud ha generado inundaciones con pérdidas económicas elevadas. En la costa del pacifico de EEUU se está sufriendo la peor sequía que se haya producido en un siglo. Por el contrario la costa del atlántico padece nevadas con temperaturas inferiores a los 25 grados centígrados bajo cero.
En el hemisferio sur: Australia sufre altas temperaturas e incendios pavorosos, la zona de las Filipinas ha sufrido el tifón 'Haiyan' de categoría 5, la más alta, dejando tras de sí más de 10.000 muertos y grandes pérdidas materiales fruto de la devastación por vientos superiores a 275 kilómetros por hora.
Para cubrir su demanda y alimentar sobradamente de proteínas de alto valor biológico (lácteos, carne, pescado, huevos) a un tercio de la población mundial que, en la actualidad supera los siete mil millones de habitantes, el primer mundo dispone de una “cabaña” de animales que multiplica por tres a los habitantes del planeta, generando –según estimaciones— 80 millones de Tm/año de gas Metano.
Del deterioro del planeta, los oligarcas que manejan el poder, presos de su codicia, pretenden hacer negocio a futuro comprando vastas extensiones de terreno en África y Latinoamérica, sabedores de que a medio plazo habrá escasez de agua y el precio de las cosechas se elevará ante la escasez de terreno cultivable. La plataforma Land Matrix ya contabiliza 35,64 millones de hectáreas (casi cuatro veces el tamaño de Portugal) acaparadas en el mundo.
Los expertos alertan además sobre los efectos de este fenómeno en la producción global de alimentos. “El cambio climático minará la producción mundial de alimentos, la convertirá en más imprevisible y veremos con mayor frecuencia periodos de escasez. La crisis alimenticia de 2008 es un buen ejemplo. Compañías como Cargil, que controla el negocio del grano, Monsanto [también habría que sumar a Bayer y Basf], primer fabricante de semillas genéticamente modificadas, o Yara, que domina el mercado de los fertilizantes, obtienen ya beneficios récord”.
Además, como señala el periodista McKenzie Funk, quien acaba de publicar Windfall (The Booming Business of Global Warming), “el deshielo en el Ártico abre paso a la explotación de las petroleras” y a nuevas rutas de navegación y comercio, lo cual, a la vez, podría avivar la tensión geopolítica entre los países de la zona.
A día de hoy todos somos conocedores de cuáles son los elementos que generan el cambio climático, los gases de efecto invernadero (GEI) Dióxido de Carbono CO2 y Metano CH4, las preguntas son: ¿Si los tenemos detectados, como causantes de los efectos nocivos para nuestro entorno social, salud y bienestar, si disponemos de medios y tecnología para reducirlos, por qué razón no ponemos remedio?
Y es una obviedad que todos de una manera u otra colaboramos en el deterioro medio ambiental que nos está avocando a padecer las consecuencias de un efecto invernadero, pero no es menos evidente que no todos contaminamos en igual proporción y existe una relación directa entre recursos económicos, tecnológicos, y contaminación.
La energía que en la actualidad precisamos para nuestro desarrollo la obtenemos en un porcentaje no despreciable de combustibles fósiles que generan gases de “efecto invernadero”, pero el coste de esta energía la pagamos todos al mismo precio y no en función de renta per cápita. A mayor consumo energético más contaminamos. Es fácil deducir quien consume más.
Me pregunto: ¿Debería haber una justicia climática, que creara un impuesto medio ambiental en función de la renta, y destinar estos recursos económicos a paliar la “pobreza energética” de la exclusión social? Tomemos como ejemplo las inundaciones recientes en Inglaterra ¿Quién sufraga los gastos de rehabilitación social y económica de los afectados?.
A estas preguntas nuestros políticos dan la callada por respuesta. Vivimos en un mundo en el que impera la Plutocracia, donde el ciudadano de derecho es convertido por verbigracia del deseo en mero consumidor vehemente, eternamente insatisfecho al modificarle con brevedad su anhelo.
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